¿Para qué sirve la cirugía de próstata, conocida como la cirugía pene? La próstata es una glándula situada debajo de la vejiga, delante del recto. Es una parte fundamental del  sistema reproductivo masculino que produce líquidos que transportan el esperma. La cirugía para la extirpación parcial o completa de la próstata se denomina prostatectomía. Las causas más comunes para la cirugía de próstata son el cáncer de próstata y una próstata agrandada, o hiperplasia prostática benigna (BPH).

El informarte sobre todo lo relacionado a los síntomas y al tratamiento es importante para poder tomar decisiones correctas, que aceleren tu recuperación. Todos los tipos de cirugía de próstata se pueden llevar a cabo con anestesia general, que adormece todo tu cuerpo, o bien, anestesia espinal, que adormece la mitad inferior de tu cuerpo. Pero de eso no te preocupes, porque tu médico especialista de nuestra Unidad Urológica te indicará cualquier pormenor del tratamiento quirúrgico.

Recuerda que una cirugía pene para el tratamiento de la próstata sirve para aliviar el dolor que sientes, reducir los síntomas de incontinencia urinaria, incapacidad de mantener la erección, y otros síntomas. Es un paso importante a seguir para eliminar el cáncer o el problema que tienes. ¿Qué sucede después de la cirugía pene? Por lo regular no duras mucho en hospitalización: sólo de dos a tres días. El promedio de éxito de este tipo de cirugías es muy alto, lo que significa que las incidencias durante el procedimiento quirúrgico son muy pocas.

Por supuesto, a pesar de la anestesia, tu cuerpo dolerá un poco apenas te despiertes, después de la operación. Por lo regular, después de algunas horas después de la cirugía, puedes moverte con regularidad y hasta comer.  Probablemente tendrás colocado un catéter en tu pene, para facilitarte el orinar (en tu respectiva bolsa). Allí permanecerá hasta que te cures, por lo regular sólo un par de semanas, incluso hasta que ya estés en tu hogar, cómodamente. El médico especialista o bien, la enfermera, te dirán la manera correcta a cuidar este dispositivo. Tienes que asegurarte de que se encuentre en su lugar, así que no lo jales o muevas.

La Universidad de Pittsburgh Cancer Institute recomienda limpiar la apertura del pene con una solución compuesta por la mitad de agua y la otra mitad de peróxido de hidrógeno o un ungüento antibiótico proporcionado por tu médico. En casa, el catéter debe drenar en una bolsa grande. Cuando requieras abandonar tu casa, puedes esconder la bolsa (una de menor tamaño), debajo de tus pantalones.

No te desesperes. Cualquier cirugía duele, así haya sido menor. Tendrás un poco de dolor durante algunos días, sobre todo los primeros, claro. No olvides consultar a tu médico cuando el dolor sea demasiado fuerte o suceda algún accidente con tu catéter. En general, suele suceder que los pacientes no requieren recetas fuertes, sino sólo medicamentos sin receta como el ibuprofeno, pero también hay quienes sí los requieren, especialmente en los días inmediatamente posteriores a la cirugía.

Además, puedes experimentar un poco de sangre en la orina, dificultad para orinar, por supuesto, inflamación de la próstata y dolor que se extiende a tus caderas, glúteos y piernas. Estos síntomas son normales durante unos días a unas pocas semanas después de la recuperación. El tiempo de recuperación dependerá del tipo y duración de la cirugía pene, tu estado general de salud y de si sigue las instrucciones de su médico.

Se recomienda que se disminuya los niveles de actividad, incluyendo el sexo. Suele suceder que los pacientes quieren probar su virilidad y no descansan el tiempo que necesitan descansar y dar a sus heridas la oportunidad de sanar. Así que no levantes cosas pesadas al menos durante mes y medio. Puedes regresar al trabajo, mientras éste no requiera actividades físicas muy pesadas, tanto mental como físicamente.

El especialista te hará saber cuándo es momento oportuno de remover el catéter. Por fin podrás orinar por tu cuenta. Sin embargo, hay pacientes que no soportan algún tiempo con esta herramienta y tratan de removerla por sí mismos. Por favor, no lo intentes. Te puedes lastimar gravemente, hasta desangrarte, incluso.

Otros consejos que debes seguir para que disminuyas o elimines el dolor y permitas que tu herida sane, son: no conduzcas durante al menos, una semana. No subas escaleras, a menos que sea estrictamente necesario. Ni se te ocurra entrar a piscinas, tinas de baño, saunas, bañeras de hidromasaje. No mantengas una misma posición sentado por más de 45 minutos. Por supuesto, toma los medicamentos prescritos, religiosamente. Aunque la actividad moderada es recomendable, también es muy recomendable conseguir o tener cerca a alguien que pueda asistirte en caso de que lo necesites. Es sólo prevención. Mantén la actividad moderada. Camina veinte minutos al menos, al día. Así mantendrás tus movimientos intestinales continuos. Bebe suficiente agua, aliméntate sanamente.

Por otro lado, suele suceder, aunque queremos que no sea el caso, que el escroto se infla después de la cirugía. Puedes crear un cabestrillo con una toalla enrollada para disminuir la hinchazón. Coloca el rollo de toalla debajo de tu escroto mientras estás acostado o sentado y entrelaza los extremos sobre las piernas para proporcionar apoyo. Llama a tu médico, a nosotros, Unidad Urológica, si la hinchazón no baja después de una semana. No dejes de asistir a las consultas y revisiones, incluso si todo marcha bien. Sólo tu especialista podrá decidir esto, de acuerdo a exámenes y a tu testimonio.

Publicaciones Recientes

Deja un comentario