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Te brindamos un amplio abanico de servicios para que tu consulta se lleve a cabo de formas eficaz y anónima. A continuación, comprometidos contigo, te vamos a dar los datos de la disfunción eréctil según expertos en la materia más relevantes para hacer una cita con tu urólogo y tratarte a tiempo.  La disfunción eréctil es la incapacidad del varón de alcanzar o mantener una erección satisfactoria para el coito normal. Este tipo de padecimiento se puede clasificar en disfunción eréctil primaria y disfunción eréctil secundaria.

La disfunción eréctil primaria es el no haber nunca obtenido erecciones suficientes para el coito con ninguna mujer u hombre, en ningún momento ni en ninguna situación.  Es rara y generalmente indica una psicopatología grave.

La disfunción eréctil secundaria ha sido definida como la falta de acto sexual completo con éxito aproximadamente en un 25% (o más) de las oportunidades, debido a incapacidad de alcanzar o mantener la erección. Por lo menos la mitad de la población de varones, experimenta episodios transitorios de disfunción eréctil.

Causa de la enfermedad

Los factores psíquicos son causales aproximadamente en un 55% de los casos.

Un episodio temporal de disfunción eréctil por cualquier circunstancia, va seguido de componentes psicológicos secundarios que agravan y pueden mantener el trastorno por producir ansiedad e interferir con el mecanismo reflejo de la excitación:

  • Miedo del fracaso.
  • Exigencia de realización.
  • Hacer de espectador, u observar las propias respuestas físicas.
  • Deseo excesivo de complacer a la pareja.

Es habitual la falta de comunicación eficaz con la pareja, impidiendo que ésta adopte un papel de apoyo.

Las causas primarias pueden ser intrapsíquicas, por ejemplo un miedo anormal de la vagina, sentimiento de culpa sexual, miedo a la intimidad o depresión; o interpersonal (60% de los casos), por ejemplo, ansiedad, culpa o resentimiento hacia la pareja. La disfunción eréctil puede depender de la situación; es decir, afín con el lugar, el momento, y una pareja en particular, algún fracaso competitivo percibido o daño de la autoestimación.

Los factores físicos comprenden: enfermedades generales, por ejemplo, diabetes mellitus (la más común), sífilis, alcoholismo, dependencia a medicamentos, hipopituitarismo (término médico usado para designar la disminución anormal de las hormonas secretadas por la glándula hipófisis.) e hipotiroidismo; trastornos locales (por ejemplo, anormalidades congénitas y enfermedades inflamatorias de los genitales).

Trastornos vasculares, tales como aneurisma aórtico y síndrome de Leriche; trastornos neurógenos, tales como esclerosis múltiple, lesiones de la médula espinal y AVC., intervenciones quirúrgicas tales como simpatenctonía (la prostatectomía y la castración producen efectos diversos, y la impotencia no se produce inevitablemente, incluso después de una prostatectomía perineal); medicamentos tales como antihipertensivos, sedantes, tranquilizantes y anfetaminas.

La edad no es una causa inevitable de impotencia, incluso en los años de grandes cambios tecnológicos que estamos viviendo.

Aunque la cantidad y la fuerza del producto de eyaculación y, con ello, la tensión sexual y la necesidad de eyacular han disminuido, muchas veces la capacidad de erección se conserva.

Diagnóstico.

Los factores físicos son importantes si el paciente tiene una importancia situacional, tiene erecciones matutinas o puede lograr una erección firme por la masturbación. Es posible una combinación de factores físicos y psíquicos. Es necesario determinar si los factores psíquicos son primarios o secundarios.

La incapacidad de erección en cualquiera de las circunstancias exige que se busquen causas orgánicas. Entre los procedimientos diagnósticos importantes figuran una valoración médica general, con inclusión de historia de drogas y alcohol, examen de los genitales, valoración neurológica, búsqueda de signos de disfunción vascular o endocrina, y procedimientos de laboratorio con inclusión de una prueba de tolerancia de glucosa de 5h, y niveles hormonales (testosterona); (tomando las muestras a las 9h para evitar las variaciones diurnas).

Tratamiento.

La disfunción eréctil psíquica puede responder a unos consejos breves para aliviar los factores secundarios. Si es posible, puede incluirse a la pareja del paciente. La educación para disipar mitos e información errónea y para ayudar a establecer una situación no exigente y mutuamente placentera, puede ser suficiente.

Una técnica específica es el método en tres fases de Masters y Johnson, que comprende una serie de pasos de producción de placer no genital, placer genital y coito no exigente. Después de unas seis sesiones aproximadamente de consejo debe considerarse la recomendación de una consulta con un consejero de matrimonio o un psiquiatra.

Si se encuentran anormalidades físicas, la terapéutica se encamina a aliviar el trastorno básico. Si los niveles de andrógeno son bajos, debe intentarse un tratamiento con gonadotropina coriónica humana. La testosterona puede ser útil, pero generalmente no lo es, ya que inhibe la secreción testicular de andrógenos.

Aquí en UDU hemos puesto información médica a tu disposición para que, en caso de sufrir algún síntoma arriba descrito, te acerques con los especialistas adecuados que habrán de darte una solución adecuada y discreta. Recuerda que en UDU te damos la asesoría que necesitas y ponemos a tu disposición a los mejores urólogos para que tu atención sea óptima y eficaz.

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