El cáncer de próstata es el tipo más frecuente en los hombres; siete de cada diez hombres que reciben el diagnóstico en etapa avanzada presentarán dolor intenso, fracturas, incapacidad motora, incontinencia urinaria y en general una menor expectativa de vida. La próstata se trata de una glándula que muchas personas ignoran la función que realiza, tiene funciones importantes en cuanto al aspecto sexual, como la fabricación del líquido seminal.
En cuanto a los síntomas del cáncer, lamentablemente no se presentan muchos ni muy evidentes, ya que no presentan complicaciones muy notorias en las etapas tempranas, sino hasta que se encuentra en una fase muy avanzada.
En la actualidad hay diferentes métodos que han sido autorizados para utilizarse en función de la detección de este tumor en etapas tempranas, como la realización del antígeno prostático que se tiene que realizar a partir de los 50 años de manera anual, en conjunto con una revisión, una exploración física que se realiza a través de un tacto rectal -la cual dura sólo unos minutos- para conocer las características de esa parte interna, que está localizada por detrás del intestino. Se revisa que no tenga aumento de tamaño, si hubiera alguna zona que se encuentre mucho más indurada, que tenga un nódulo o alguna alteración a nivel de esta glándula que va unida al cuello de la vejiga, tendrán que realizarse otros estudios de imagen.
Ambos exámenes importantes por igual, ya que realizarse uno solo no sustituye al otro, puesto que el antígeno es una ayuda para saber si se tiene el tumor, pero específicamente este examen se puede elevar con otras enfermedades, por ello la manera recomendada es realizar ambos exámenes, tanto el antígeno como la exploración física.
Cuando la persona tiene factores de riesgo, como algún familiar cercano que padezca la enfermedad, lo recomendable en estos casos, tomando en cuenta que uno o dos familiares directos, como el padre o el hermano, se deberá realizar el examen a partir de los 40 años.
Existen tratamientos aplicables a los pacientes que padezcan esta enfermedad en etapa avanzada, cuando el paciente ya haya tenido metástasis óseas. Hace más de tres años que este tratamiento fue aprobado por la agencia europea de medicamentos y por la administración de alimentos y medicamentos de los Estados Unidos.
Se habla del uso de radio 223, que se trata de una sustancia inyectable que libera radiación de manera controlada y se utiliza en pacientes con diagnóstico de este tumor, que están en etapa avanzada y resistente a la castración, es decir en aquellos que ya no responden a los tratamientos hormonales convencionales. La castración se puede hacer de dos formas, una química que es a base de inyectar hormonas, o dar medicamento oral y la quirúrgica, que significa que a través de cirugía se extraen los testículos.
El radio 223 es una molécula alfa que se adhiere al hueso de manera muy similar al calcio, y que daña las metástasis óseas del tumor. Cuando al paciente se le inyecta el radio 223, emprende un viaje por el torrente sanguíneo hasta llegar al lugar donde el tumor ha invadido el hueso. Entre los beneficios que ofrece este tratamiento se encuentra que produce un fuerte efecto destructor de células del tumor, provoca un menor daño a los órganos vecinos y por ende alarga la vida de los pacientes, además de disminuir considerablemente el dolor, así como el riesgo de fracturas y prolongar el tiempo de inicio de las complicaciones.
Estos factores benefician al paciente, aumentando su longevidad y disminuyendo las metástasis a nivel del hueso. En México se utiliza este tipo de tratamiento, con el cual las reacciones adversas como náuseas, vómitos, caída de cabello y fatiga son prácticamente inexistentes, ofreciendo una mejor calidad de vida a los pacientes. El tratamiento de radio 223 se encuentra principalmente en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, León, entre otras ciudades. En la actualidad casi cualquier tipo de tumor que de metástasis a hueso se puede tratar con esta sustancia, lo que es uno de los grandes avances de la ciencia médica.
El cáncer de próstata es una enfermedad que no se puede ocultar; afecta a muchos hombres, por lo que siempre es importante estar al tanto de las campañas de prevención, detección oportuna y de tratamiento. En los últimos años se han tenido grandes avances en los tratamientos de este tipo de tumor, a comparación de hace un par de décadas, cuando solo había un par de medicamentos para estos pacientes; sin embargo un tratamiento a fondo no existía, el tiempo de vida era muy corto, por lo que los síntomas que ocasionaban las metástasis eran muy importantes.
Desde hace aproximadamente siete años, han llegado a México varios medicamentos que han logrado incrementar el tiempo de vida y la calidad con que viven estos pacientes. Disminuyendo todos los síntomas que ocasionan en la mayor parte de las metástasis óseas. Algunos de estos tratamientos son medicamentos tomados como Abiraterona y Enzalutamida que tienen un perfil de toxicidad muy bajo, presentando efectos adversos mínimos. Existe también la quimioterapia, con el fármaco del cabazitaxel, medicamento con el que se logra incrementar el tiempo de vida en estos pacientes.
En México, el cáncer de próstata se trata del padecimiento oncológico más mortal entre los hombres, ya que el 70% de los 14.000 casos que se registran cada año se diagnostican en etapas avanzadas, de los cuales el 90% presentará metástasis ósea. Si se detecta el tumor en etapa temprana, se habla de pacientes que tienen la posibilidad de curación y se erradicaría por completo; en cambio en etapas avanzadas, cuando la próstata ya creció y ocasiona obstrucción porque la uretra pasa a través del área, así que al aumentar de tamaño impide el paso de la orina, por lo que sería una de las grandes complicaciones que puede traer consigo síntomas como:
- Dificultad para orinar.
- Chorro de la orina mucho más delgado.
- Que la orina salga por goteo.
Es importante saber que estos síntomas no son exclusivos de este tipo de tumor, porque pueden tratarse de otro tipo de alteraciones, por lo que se recomienda realizarse los dos exámenes para cerciorarse. Sin embargo, cuando el tumor ya es tan avanzado que incluso hizo metástasis ósea, el principal síntoma es el dolor, dificultad para la deambulación y en general dificultad para la realización de sus actividades normales. En caso de que el tumor estuviera afectando algunas otras estructuras, se presentaría dolor a nivel de la pelvis.
El urólogo es el medico de primer contacto específicamente para el cáncer de próstata y en la Unidad de Urología Tijuana realizamos los exámenes que se deben realizar cada año por prevención, por lo que les invitamos a visitarnos y a cuidar de su salud.
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