Muchos son los mitos que rondan alrededor de la práctica de la circuncisión, los cuales, son simples mentiras que han sobrevivido de generación en generación y en esta entrada de la Unidad de Urología, los desvelaremos y te diremos la verdad sobre esta costumbre médica, sus beneficios y en qué situación es recomendable practicarla.
Antes de entrar en este terreno, describiremos brevemente de qué trata esta práctica.
La circuncisión es básicamente la eliminación por medio de la intervención quirúrgica, del capuchón o pliegue de piel que cubre al glande del pene, este, se llama prepucio, mismo que es retirado con un fin médico, estético o religioso. El prepucio, tiene la función de proteger al glande de los residuos de orina, de las rozaduras producidas por la ropa (o por el pañal en el caso de los bebés), de algún rasguño o de alguna infección que pueda llegar a producirse.
Hay varias corrientes en contra y a favor de esta práctica, pero, en lo general, todos están de acuerdo que de ser necesario, debe realizarse.
A continuación tocaremos los puntos en donde si es necesario realizar esta práctica médica:
1.- Cuando el bebé ha cumplido ya un año y su prepucio es demasiado angosto o cerrado y no cubre de manera correcta al glande.
2.-Cuando se presentan problemas al orinar, pues si el prepucio es demasiado angosto o estrecho, puede ocasionar obstrucción urinaria.
3.-Si el paciente tiende a acumular mucha grasa, conocida como esmegma, en la parte baja del prepucio cerrado, ya que esta situación puede generar constantes infecciones y problemas al orinar.
El esmegma, es una grasa de color blanco que se acumula entre el glande y el prepucio, y es muy común en bebés con problemas de estrechez en la piel prepucial, lo cual, dificulta una buena higiene.
4.-Cuando ya se tiene un historial de constantes infecciones, irritación, sensibilidad y enrojecimiento en el prepucio. En algunas ocasiones, el prepucio puede aparentar no bajar de manera correcta, esto puede deberse a que este se encuentra pegando al glande y realmente no es necesaria la circuncisión, sino de una intervención menos invasiva, la cual, despega la piel del prepucio adherida al glande, esta técnica se llama sinequiotomía.
Mitos: A continuación, tocaremos los mitos más comunes sobre esta intervención y desvelaremos la verdad sobre estos, con el fin de darte una información acertada y libre de prejuicios.
1.- Conforme pasa el tiempo, el glande pierde sensibilidad: Es verdad que el glande queda expuesto, pero no representa una pérdida ni siquiera mínima de la sensibilidad, esto ha sido comprobado por varios hombres que tienen esta operación y que gozan de una excelente vida sexual.
2.- Daña el meato urinario: Si se realiza por un pediatra o un urólogo profesional, no existe problema alguno.
3.-Daña la vida sexual del paciente: Si esta operación la realiza un experto, no existe ningún problema que pueda afectar ni la vida sexual, ni la erección del paciente, de hecho, muchos hombres que la tienen, aseguran tener una vida sexual plena y satisfactoria.
4.- Reduce el tamaño del pene: Esto no es posible, ya que se retira solamente la piel, no el glande o alguna parte del tronco, así que el tamaño queda intacto.
5.-Se debe realizar sólo al nacer: Esto se practica solamente por motivos religiosos, sociales o familiares, pero, en realidad, lo neonatos no son los únicos que pueden recibir esta operación, en la mayoría de los casos, los bebés de un año son los que más frecuentemente la reciben.
6.- Con ejercicios enfocados en el pene, se puede reducir el prepucio sin necesidad de una intervención: Se cree que si se desciende el prepucio, de manera constante, este se puede hacer más amplio y abrirse, esto es completamente falso y si se practica de manera brusca o errónea, puede llegar a lastimar al bebé.
7.- Un prepucio demasiado cerrado o estrecho se compone después del año: Si el prepucio está demasiado estrecho, no se debe esperar hasta el año, pues se corre el riesgo de un problema urinario o de una infección, sí, por el contrario, no hay problemas al orinar, no es necesaria esta operación, pero esto solo puede ser diagnosticado un médico.
Muchos padres no quieren realizar una circuncisión, por prejuicios, por costumbres religiosas o por miedos infundados por los mitos que rondan sobre esta práctica. Sin embargo, recuerda que si al año, el prepucio sigue sin bajar, esta operación será necesaria y deberá ser realizada por un profesional, evitando así todos los problemas que una mala praxis pueda acarrear.
8.- Produce cáncer: Todo lo contrario, se ha demostrado que esta práctica puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de pene.
9.- Dificulta la limpieza del pene, por lo que causa infecciones: Esto es completamente falso, pues, al contrario de lo que se piensa, esta intervención permite una mejor higiene del pene, evita infecciones y no se forma la grasa que puede provocar mal olor y problemas de salud al no retirarse de manera correcta.
10.-Puede dañar la capacidad de eyaculación del hombre: Falso, pues como hemos comentado a lo largo de este texto, solo se retira un pedazo de piel, no se interviene nada más, por lo que el pene queda intacto y sin problemas de erección o de eyaculación.
Es importante que siempre busques información actualizada y de especialistas, pues la mayoría de los mitos que rondan sobre la circuncisión, sobreviven de creencias viejas y generadas por prejuicios. Si necesitas más información al respecto, te invitamos a acudir a nuestro consultorio, pues en Unidad de Urología, contamos con los mejores especialistas en esta práctica, quienes resolverán cualquiera de tus dudas y temores sobre este tema.