La disfunción eréctil es un problema que afecta millones de hombres en todo el mundo, pero son pocos los que acuden con un especialista por ayuda, ya sea por vergüenza o porque creen que es un problema que pasará después de un tiempo. Así mismo, la desinformación y el que busquen remedios caseros es muy común, sin saber que la única solución la pueden encontrar sólo con un especialista.
Este padecimiento se define como la incapacidad perdurable o reiterada para lograr la suficiente rigidez del pene y mantenerla el tiempo necesario para conseguir una relación sexual satisfactoria. Para que se determine su existencia, la afección debe prolongarse por un mínimo de tres meses.
Es clasificado como un trastorno benigno, puesto que no afecta la salud física de la persona que lo sufre, sin embargo sí tiene repercusiones que afectan a la salud psicosocial y puede ocasionar una alteración significativa en la calidad de vida, en el entorno familiar y en el de pareja. Por ello es importante acudir con un especialista en busca de tratamiento oportuno.
El origen de este padecimiento depende el tipo de disfunción eréctil que se presente, asimismo de esto dependerá su tratamiento. Al acudir con un especialista en urología, lo primero que realizará es una evaluación física y psicológica general, para poder determinar el origen y la posible solución. En entre los tipos de disfunción más comunes y sus posibles causas, encontramos:
- Eyaculación prematura. A pesar de que en esta situación sí se puede tener una erección, esta no se puede mantener el tiempo suficiente para conseguir la satisfacción mutua. La eyaculación prematura se divide en primaria y secundaria: la primaria es un comportamiento que el hombre aprende en el inicio de su vida sexual activa, aunque como con todo comportamiento, se puede modificar; a esta forma de eyaculación prematura primaria se le llama impotencia psicogénica. La eyaculación prematura secundaria ocurre después de muchos años de eyaculación normal, cuando la duración del coito se acorta progresivamente, y se debe a causas físicas que generalmente afectan a las arterias o venas del pene.
- Ansiedad de desempeño. La ansiedad es una forma común de impotencia psicogénica. En este caso no se puede obtener una erección y es generalmente causada por el estrés o la ansiedad crónica, por lo que su tratamiento suele ser más enfocado en tratar su origen que la misma disfunción.
- Impotencia orgánica. Es la causa más común de la disfunción eréctil, sobre todo en hombres de edad avanzada. Afecta a las arterias y/o venas del pene. Cuando se trata de un problema arterial, por lo general es causado por la arterioesclerosis o endurecimiento de las arterias, aunque también puede aparecer por un trauma a las arterias. Los factores de riesgo controlables de la arterioesclerosis, como son el exceso de peso, la falta de ejercicio, el colesterol alto, la presión sanguínea alta y fumar cigarrillos, regularmente causan disfunción antes de afectar al corazón u otras partes del sistema cardiovascular. La diabetes mellitus también es una causa común en este tipo de disfunción. En caso de que el problema sea venoso, el derrame venoso o «insuficiencia cavernosa» es el problema más común.
- Impotencia provocada por medicamentos. Se ha demostrado que una gran variedad de medicamentos están asociados con la disfunción, aunque también suele haber otros factores involucrados, por lo que es difícil determinar en qué grado la provocan. Los medicamentos para hipertensión, los medicamentos antidepresivos y contra la ansiedad, las gotas oculares para el glaucoma y los agentes quimioterapéuticos contra el cáncer son algunos de los que han sido asociados con muchos casos de impotencia.
- Impotencia provocada por hormonas. Las hormonas juegan un papel fundamental en la salud sexual de las personas, por lo que las anomalías hormonales, como el aumento de prolactina, el abuso de los esteroides por los fisicoculturistas, demasiada hormona tiroidea o una disminución significativa de esta, y las hormonas administradas para tratar el cáncer de próstata pueden causar impotencia. Se suele pensar que la testosterona baja también es responsable de la impotencia, pero los casos registrados son muy pocos.
¿Cómo sobrellevar la disfunción?
Como hemos mencionado, la disfunción eréctil no afecta a la salud física de las personas que la sufren, pero sí traer problemas en una pareja y afecciones emocionales que afectan su calidad de vida y la forma en la que interactúan socialmente, por lo que es importante mantener una comunicación abierta con su pareja. La falta de comunicación suele ser el obstáculo principal para buscar tratamiento y puede prolongar el sufrimiento, que a largo plazo puede derivar en problemas psicológicos como la depresión.
Lo positivo es que generalmente puede tratarse de manera segura y eficazmente. La impotencia en sí suele estar relacionada con una enfermedad subyacente, como las cardiopatías, la diabetes, las enfermedades hepáticas u otros problemas médicos, que son los que buscan tratarse para posteriormente tratar la disfunción.
Por esta razón, si tiene este padecimiento es importante que acuda de inmediato con un médico especialista en urología, para que evalúe su caso y determine cuál es el origen de su padecimiento. Hoy en día, existen decenas de clínicas especializadas que pueden ayudarlos con los problemas de su vida sexual y a mejorar su calidad de vida.
Para más información sobre este padecimiento o recibir un tratamiento, pueden acudir con los especialistas de Unidad De Urología, donde encontrarán a los mejores especialistas en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades urológicas. Nuestro equipo de médicos especialistas cuenta con certificación internacional y amplia experiencia en el ramo de la urología.
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