En la Unidad de Urología sabemos que muchos casos de cáncer de riñón  se detectan relativamente en las etapas iniciales, cuando aún se encuentran confinados en el riñón, aunque otros casos son detectados en etapas más avanzadas de la enfermedad. Como expertos en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades urológicas, les compartimos la información necesaria para que, dado el caso, puedan detectar de manera oportuna las señales que nuestro organismo nos envía.
Encontrar el cáncer cuando se encuentra en sus primeras etapas iniciales, a menudo permite la posibilidad de contar con más opciones de tratamiento. En algunos casos de la enfermedad en etapa inicial, surgen signos y síntomas que pueden ser notados, aunque tampoco es garantía de que siempre suceda así.

Cáncer renal ¿Asintomático?
Desafortunadamente es muy común que el cáncer renal sea detectado por casualidad, ya que en 40 por ciento de los casos en que se diagnostica, es gracias a una ecografía o un TC abdominal realizados cuando el paciente necesitaba exámenes por otras afecciones. Esto se debe principalmente a que el cáncer renal cuando se encuentra en sus primeras fases no presenta síntomas. Los tumores renales se caracterizan porque en muchos casos pueden alcanzar grandes tamaños, pero con la peculiaridad de que no provocan ninguna dolencia o algún otro síntoma.
Sin embargo, es importante saber que a medida que el tumor va creciendo si pueden aparecer ciertas señales o síntomas que indiquen la posibilidad de sufrir cáncer renal.

Deberemos estar alertas a los siguientes síntomas
Los signos y síntomas compartidos pueden ser resultado de un cáncer renal (u otro tipo de cáncer), pero en la mayoría de las ocasiones se les relacione a otras enfermedades benignas. Así que un paciente puede presenciar sangre en su orina, sin embargo los motivos pueden ser variados, desde una infección en la vejiga o del tracto urinario, hasta cálculos renales. Si nosotros o alguno de nuestros familiares presenta alguno de los síntomas compartidos,  lo mejor siempre será acudir a diagnóstico con el especialista urólogo.

  1. Presencia de sangre en la orina: A esta condición se le conoce médicamente como “hematuria”, por lo general no causa dolor en el paciente, pero en aquellos casos en los que es muy abundante sí puede llegar a ocasionar padecimiento de cólicos renales, esto debido a los coágulos que se forman en el interior del uréter, que es la vía urinaria que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga.
  2. Alteraciones hormonales: Debido a que justo encima del riñón se ubica la glándula suprarrenal, esta también puede verse afectada, dando lugar a diferentes alteraciones hormonales. A partir de este punto, el paciente puede presentar síntomas variados como: hipertensión arterial, incremento de la viscosidad de la sangre o ginecomastia, que es el término médico que se utiliza para hacer referencia al agrandamiento de las mamas, que ocurre en los varones. También se puede observar un incremento de calcio en la sangre.
  3. Otros de los síntomas más comunes: Dolor en la zona lumbar (no causado por una lesión), aparición de un bulto en el abdomen, pérdida de peso sin hacer dieta, falta de apetito, cansancio generalizado, anemia y fiebre que no es causada por alguna infección y que no desaparece.

La anatomía del ser humano está diseñada de forma en que tenemos los riñones en un área muy profunda de nuestro cuerpo, por ello si alguna persona sufriera de pequeños tumores renales no podría ser posible palparlos con el examen físico. Lo más recomendable es mantenernos alertas sobre todo en casos de riesgo hereditario, e incluso si nuestro estilo de vida cumple con diferentes factores de riesgo.

Cuando en la familia hay cierta tendencia de padecer cáncer de riñón, nuestra recomendación es acudir a realizarse una ecografía abdominal cada cuatro o cinco años, a partir de los 40 años. Otra manera eficaz de prevenir la aparición de un cáncer renal son: dejar de fumar, mantener una presión arterial normal, así como un peso adecuado saludable gracias a una dieta baja en grasas y con un alto contenido de frutas y verduras.

¿Cómo se detecta el cáncer renal?
Si el especialista sospecha de la presencia de un cáncer renal, controlará nuestra salud en general y podría realizarnos un análisis de sangre y de orina. Lo primero es que realizará un examen físico, para verificar la presencia de un bulto, además de que será necesario realizar un historial médico completo para analizar los factores de riesgo y así entender mejor los síntomas. Cuando los resultados del examen físico sugieren altas probabilidades de cáncer renal, el médico habitualmente ordenará análisis e imágenes de los riñones, así como de los órganos cercanos.
Les compartimos algunas de las pruebas que se utilizan para confirmar el diagnóstico.

  • Análisis de sangre y de orina: Nos ayudan a obtener una idea del estado general de salud de la persona, así como a determinar si el cáncer se ha propagado.
  • TC (Tomografía computarizada): Los escáneres para TC usan rayos X para tomar una imagen completa de los riñones y del abdomen. Tan solo requiere de pequeñas cantidades de radiación, para mostrar algún crecimiento canceroso.
  • IRM y Ultrasonido: Las imágenes por resonancia magnética ofrecen una imagen completa de los riñones y el área del estómago, pero sin utilizar radiación, de igual manera el ultrasonido que se distingue por usar ondas de sonido. De esta manera se verifica la presencia de un quiste o un tumor.

Es fundamental tener en cuenta que la manifestación de alguno o varios de los síntomas antes mencionados, no tiene porqué implicar necesariamente el padecimiento de un cáncer renal. Sin embargo no podemos permitir que el temor de un diagnóstico de cáncer evite la visita al especialista, porque el cáncer renal puede metastatizar a ganglios linfáticos regionales, pulmones, hígado, huesos o cerebro. Una detección oportuna siempre será la ideal, porque el porcentaje de erradicar el cáncer es muy elevado.
Lo más recomendable siempre será acudir al especialista urólogo, en la Unidad de Urología para una detección oportuna de cáncer de riñón. Les haremos un estudio personalizado para descifrar con certeza cuál es el mensaje que nuestro organismo nos está enviando al presentar los diferentes síntomas.

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