Si las visitas generales con el médico familiar son engorrosas y muy tediosas para muchos hombres, acudir con el especialista en urología es una verdadera hazaña, pues no cualquiera está dispuesto a someterse a una revisión de este médico especializado en el órgano sexual masculino. La realidad es que si los hombres fueran más valientes y dejaran de lado el miedo, muchos serían los problemas de salud que podrían tratarse desde etapas tempranas, evitando complicaciones.
Tanto la urología (especialidad enfocada en procedimientos del tracto urinario) como la proctología (especialidad enfocada en los padecimientos que aluden al recto) son vistas por la mayoría de los hombres como sus peores enemigas. Debido a la condición machista que existe en México, los hombres dejan pasar mucho tiempo antes de atenderse y resolver sus problemas de salud, inclusive, existen hombres ignorantes que se burlan de aquellos otros que sí se ocupan de su salud con el fin de evitar consecuencias graves.
Para muchos hombres, la supuesta incomodidad que representa acudir con el especialista en urología es vital para conservar su salud. En el caso de los hombres mayores de 40 años, es fundamental que acudan, por lo menos una vez al año, a realizarse un chequeo con este especialista. En especial, deben acudir con el urólogo aquellos hombres que tengan parientes directos que hayan sufrido cáncer prostático o que sean de raza negra.
Las visitas con este especialista son muy importantes, en especial porque se pueden prevenir enfermedades que resultan mortales para los hombres. Las estadísticas más recientes, señalan que el cáncer de próstata es el segundo en frecuencia entre los mexicanos mayores a los 40 años de edad. En esta edad es cuando pueden presentarse problemas para orinar, generando dificultad y dolor durante este proceso de desintoxicación natural del cuerpo. Además, se presentan problemas para controlar el esfínter.
A partir de los 40 años, es muy importante que los hombres se practiquen exámenes de próstata para evitar complicaciones, en caso de que exista alguna enfermedad o padecimiento que afecte la salud del paciente. A partir de esta edad, es muy recomendable acudir con el especialista en urología por lo menos una vez al año, ya que un diagnóstico oportuno permite brindarle al paciente el tratamiento adecuado, el cual puede llegar a tener hasta un 90% de efectividad.
La revisión para detectar problemas en la próstata está basada en un examen rectal, en donde es posible palpar el tamaño de la próstata, introduciendo el dedo en el ano, lo que permite detectar si existen estructuras anormales o inflamación. Este es precisamente uno de los tabús que tienen los hombres machistas, quienes aseguran, de forma despectiva, que aquél que decidió realizarse un estudio de próstata se vuelve “puto” debido a las características del procedimiento que se realiza para palpar la próstata.
Otra razón para visitar al especialista en urología son las infecciones urinarias, las cuales causan ardor y dolor al orinar. El problema surge cuando se forman bacterias en las vías urinarias, provocando que éstas se dirijan a los riñones, los cuales se infectan, provocando alteraciones en el color de la orina. En casos muy avanzados, las orina puede tener un color turbio debido a la presencia de pus o de sangre; estos casos se presentan cuando el paciente tiene miedo de acudir con el especialista en urología debido a los prejuicios o por temor a los otros.
Otro de los factores que detonan las infecciones urinarias y por el cual es necesario visitar al especialista en urología son los cálculos o piedras en los riñones, que pueden generar dolor al orinar, pues una piedra puede ser tan pequeña como un grano de arena o tan grande como una perla. Por otra parte, las infecciones de transmisión sexual como gonorrea o sífilis ´pueden generar infecciones en las vías urinarias, por lo que el médico debe realizar exámenes completos para descartar otras enfermedades más peligrosas con VIH o VPH.
Por último, pero no menos importantes, tenemos que los padecimientos relacionados con el pene, son responsabilidad del urólogo. Enfermedades como la disfunción eréctil, cuya característica principal es la falta de una erección firme y rígida que permita la penetración. Este tipo de padecimiento del órgano viril puede tener sus orígenes en diversas causas como diabetes, hipertensión arterial, problemas de circulación o del corazón e, inclusive, puede derivar de problemas psicológicos que impidan el pleno desarrollo sexual del hombre con su pareja.
Otro de los padecimientos relacionados con el órgano sexual masculino y que le corresponde tratar a los urólogos es la eyaculación precoz, la cual es más común de lo que parece, pues las estadísticas aseguran que ocho de cada diez hombres en el mundo padecen este problema, desencadenado de la falta de control del hombre sobre su estado de excitación sexual, acelerando involuntariamente la eyaculación.
Las causas principales de este padecimiento están relacionadas con estados de ansiedad y nerviosismo, los cuales se presentan desde los primeros encuentros sexuales del hombre. Sin embargo, los especialistas han detectado que este problema puede derivarse por causas físicas u orgánicas en el pene. En ocasiones, el glande se muestra sumamente sensible al contacto, causado por la excitación sexual.
Sin duda, son muchas más las enfermedades relacionadas con el órgano sexual masculino; sin embargo, estas son sólo algunas de las causas más frecuentes por las que los hombres deben acudir con el especialista en urología. Pero deben recordar que lo más importante es acudir a una clínica certificada y que cuente con especialistas bien preparados. La Unidad De Urología es una clínica especializada en tratamientos relacionados con el pene, próstata e infecciones urinarias.
Gracias a los expertos en urología especializados y certificados a nivel internacional con que cuenta la Unidad De Urología, miles de hombres que han requerido de los servicios de esta clínica han quedado completamente satisfechos con el diagnóstico y tratamiento que los médicos les brindaron para mejorar su estado de salud o mejorar su vida sexual.