La circuncisión en Tijuana es más que una simple labor quirúrgica. Para la cultura judía, la remoción del prepucio en los recién nacidos representa un pacto entre Dios y los hombres; pero en el área clínica también tiene grandes implicaciones y es mucho más que una intervención con fines ceremoniales, puesto que los urólogos o los pediatras llevan a cabo el corte de la piel que recubre el glande como una manera efectiva, rápida y limpia de tratar o prevenir un sinnúmero de afecciones.

Por lo general, nuestros médicos ofrecen ciertas recomendaciones para el cuidado del pene en los recién nacidos; no obstante, cuando se presenta alguna condición médica que pueda llegar a comprometer las funciones genitales, es necesaria esta operación menor, que se puede realizar incluso en el consultorio, y sin que entrañe grandes complicaciones. De esta manera, es posible afirmar que la circuncisión es una cirugía de carácter ambulatorio, que cursa en una pronta recuperación, y que puede llevarse a cabo por diversos motivos, entre los cuales figuran la balanitis, la fimosis y la parafimosis.

Hay que dejar claro, sin embargo, sobre todo porque hay muchos padres que se preocupan por la flexibilidad del prepucio de sus hijos pequeños, que todos los bebés presentan una fimosis fisiológica al momento de nacer, y que esta condición no desaparece de un día para otro ni representa un riesgo, por lo que no es necesario tomar la decisión precipitada de cortar el prepucio. En casos de fimosis neonatal, la circuncisión solo será requerida por parte de nuestros urólogos en Tijuana cuando no hay una retracción prepucial con el paso de los años, obstruyendo, a su vez, las funciones del miembro masculino y dando pie a la aparición de infecciones o generando dolor al miccionar.

¿Se debe bajar el prepucio de los bebés?

Este tema es motivo de intenso debate, no solo entre la comunidad médica, sino también entre las madres, nuevas o veteranas. Hay especialistas que suelen recomendar que los padres bajen el prepucio de sus hijos poco a poco, a fin de poder limpiarlo correctamente y para favorecer la retracción de la piel que recubre el glande, a fin de que se vaya haciendo mucho más elástica. Sin embargo, nuestros expertos son defensores de los nuevos descubrimientos, que han establecido esta práctica como desaconsejable, por ser dolorosa.

Los bebés tienen lo que se conoce como adherencias prepuciales hasta los tres años, lo cual quiere decir que el glande está protegido por la piel del prepucio, y por el hecho de estar adherida a la estructura peneana, resulta imposible bajarla. No significa que sus niños tengan fimosis, porque esta condición implicaría, por ejemplo, que tienen dificultades para orinar o que experimentan dolor cuando son tocados en esa zona.

Es por ello que hasta los 36 meses no deben preocuparse, así que solo deben establecer una buena rutina de higiene. No hay necesidad de forzar el prepucio para que sea más elástico, solo deben bajarlo hasta el punto en el que su flexibilidad lo permita y en el momento del baño. Además, recuerden no usar productos químicos fuertes o jabones íntimos en sus bebés: basta con un poco de agua y jabón para bebés.

Prepárense para la circuncisión

Una vez que hayan decidido circuncidar a sus bebés o que nuestros médicos hayan decidido que es la mejor opción para ustedes, en los casos de pacientes adultos con fimosis, pueden conversar en consulta los motivos por los que debe hacerse esta cirugía y cómo se llevará a cabo, de manera que todas sus dudas queden aclaradas y se sientan más tranquilos.

La mayoría de los bebés pueden circuncidarse por motivos religiosos dentro del primer y segundo día después del nacimiento; sin embargo, la circuncisión por razones médicas suele llevarse a cabo solo cuando nuestros médicos urólogos en Tijuana lo consideren pertinente. Ellos les informarán acerca de los riesgos inmediatos, que suelen ser mínimos, los potenciales beneficios y las instrucciones para cuidar la herida después de la intervención.

¿Cómo se realiza la circuncisión?

Por lo general, los pacientes se encuentran despiertos durante la circuncisión, ya sean menores de edad o adultos. El pene y el área circundante se higienizan con un antiséptico antes de dar inicio al procedimiento, que comienza con la aplicación de la anestesia, que puede ser tópica, en cremas adormecedoras que demoran hasta media hora en hacer efecto; o por un bloqueo del nervio dorsal del pene, que consiste en la inoculación de un medicamento, usando una aguja diminuta, en la base del pene, y que adormece el miembro completo en minutos y sin mucho dolor.

Con frecuencia, nuestros especialistas pueden considerar pertinente la combinación de varios métodos de control de las sensaciones. De este modo se procede a hacer la cirugía, que puede ser llevada a cabo de diferentes maneras y en las que se emplean dispositivos especializados para proteger la cabeza del pene, mientras es retirado el prepucio. Algunos de los métodos más usados en niños son:

  • Pinza Mogen. Consiste en separar el prepucio de la cabeza del pene con un estilete, para luego extender el prepucio hacia arriba, por delante del glande, y se lo introduce a través de una pinza de metal que dispone de una ranura, y que cumple la función de mantener la piel en su lugar, mientras es cortada con un bisturí.
  • Pinza Gomco. En este caso también se usa un estilete para separar el prepucio del glande. Se coloca un dispositivo con forma de campana sobre la cabeza del pene y por debajo del prepucio; luego, se extiende hacia arriba, sobre la campana, y se ajusta una pinza a su alrededor para reducir el flujo de sangre.
  • Técnica de la campana. Este método guarda cierta similitud con la pinza de Gomco, pero, después de separar el prepucio del glande con el estilete, se coloca una campana plástica debajo del prepucio y se ata un trozo de hilo para la sutura, que interrumpe el flujo de sangre hacia la zona. A continuación, se usa un bisturí para cortar el prepucio excedente, pero se mantiene el anillo plástico, que suele caer entre los 3 y 7 días posteriores a la operación.

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