Durante los últimos 15 años ha aumentado en todo el mundo la promoción de la circuncisión masculina como una medida de prevención contra el VIH; primero fueron los especialistas de salud pública de los Estados Unidos y luego las comunidades de médicos que trabajan en organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, en la actualidad persiste una gran diferencia de opiniones con respecto a la implementación obligatoria de este método en edades tempranas  como forma de prevención de enfermedades de transmisión sexual.

Han sido cientos los documentos y las discusiones que se han ocupado de este tema, abordándolo desde perspectivas de género y de derechos humanos. Existen tradiciones culturales y políticas de por medio en las discusiones sobre esta cirugía pene que se encarga de separar y cortar el prepucio del glande, dejándolo descubierto de forma permanente. Algunas sociedades le han dado significados que tienen que ver con la esencia de ser hombre, mientras que otras sociedades de Oceanía y África, aplican este método como un ritual de tránsito a la edad adulta.

En otras culturas, la circuncisión masculina tiene importantes connotaciones religiosas, es practicada por los judíos y los musulmanes de manera indiscriminada, mientras que para los cristianos y otras religiones no era una obligación cumplir con un requisito como la circuncisión. Pero fue a finales del siglo XIX (considerado como el siglo de la higiene) cuando la circuncisión masculina tuvo su ingreso en el campo de la salud pública, principalmente en los Estados Unidos, en donde fue concebida como un método para evitar problemas médicos y de salud pública.

Con todo esto, la circuncisión masculina fue y, continúa siendo, un fuerte indicador de jerarquías y diferencias sociales. Durante los imperios árabes y otomanos en el siglo XV, en la Alemania nazi del siglo XX y en los recientes genocidios ocurridos en Bosnia y Timor Oriental, la condición de no estar circuncidado tuvo consecuencias serias y graves sobre la manera en que eran tratados los hombres. Violencia, tortura y muerte fueron sólo algunos de los costos que tuvieron que pagar aquellos hombres que no se ajustaban a la norma.

Lo cierto es que el debate sobre la circuncisión masculina se ha ubicado en la esfera pública durante los últimos años. Evidentemente, algunos cuestionan la supuesta neutralidad de este acto y aseguran que se trata de una medida para erradicar las significaciones culturales que tiene esta cirugía pene, mientras que otros grupos afirman que este método es el equivalente a la mutilación genital femenina. Sin embargo, la gran mayoría (no por ello es lo mejor) aseguran que se trata de un acto de bienestar público, pues este método es una posible medida para prevenir enfermedades de transmisión sexual.

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La circuncisión masculina permite tener mayor higiene en el pene, generada por la supresión del prepucio, el cual puede mantener húmeda la cabeza del pene, lo que podría generar infecciones severas en el aparato sexual del varón. Además, permite prevenir las infecciones relacionadas con el tracto urinario, una vez más, como consecuencia de la gran cantidad de gérmenes que el prepucio genera. En general, cuando se requiere limpiar la zona, las personas que tienen prepucio deben retirarlo, mientras que los varones circuncidados no requieren esta maniobra.

Además, este procedimiento evita que los hombres padezcan algunas de las patologías más comunes del pene como pueden ser: Fimosis (prepucio demasiado pequeño que impide la salida del glande), parafimosis (el prepucio retraído queda atrapado detrás del glande) o balanitis (inflamación del glande del pene). Estas enfermedades requieren de un tratamiento doloroso y complicado para solucionarse, haciendo evidentes las ventajas que puede tener la circuncisión.

Aunque en un muy bajo porcentaje, la cirugía pene de circuncisión permite prevenir el contagio del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), el cual desencadena en una enfermedad mortal y que se transmite por contacto sexual, es la más peligrosa de todas. Este virus ataca por completo el sistema inmunológico, el cual se encarga de combatir enfermedades, por lo que en las etapas más críticas de esta mortal enfermedad, no funciona en su totalidad.

En cuanto a los beneficios sexuales, la circuncisión tiene beneficios muy importantes. Con el paso del tiempo, un pene circuncidado tiende a crecer, pues al liberarse del frenillo, el pene se expande en su totalidad. Asimismo, esta cirugía pene permite incrementar el rendimiento sexual del varón, debido a que se producen retrasos en la eyaculación, pues al estar expuesto el glande, tiende a reducirse su sensibilidad, permitiendo encuentros sexuales de mayor duración.

Por otra parte, el grosor del glande incrementa su tamaño de forma muy considerable, pues al liberarse de la presión ejercida por el prepucio, éste se expande. Este método permite que el tamaño del la punta del pene se perciba mucho más grande, generando importantes beneficios en las relaciones sexuales, pues un mayor tamaño permite estimular de una mejor manera las terminaciones nerviosas de la vagina.

De cualquier forma, la decisión final sobre tu cuerpo la tomas tú, pero debes saber que esta cirugía ha demostrado tener beneficios importantes a la salud y a la sexualidad. Si después de leer los beneficios que tiene la cirugía pene de circuncisión estás pensando en la aplicación de este método de higiene, recuerda que siempre debes acudir con expertos en tratamientos de urología. La Unidad De Urología es una clínica que cuenta con especialistas certificados a nivel internacional, capaces de brindarte un diagnóstico y tratamiento adecuado para solucionar los problemas relacionados con el aparato sexual masculino. La Unidad De Urología es una clínica segura que ha solucionado los problemas de miles de hombres mexicanos.