La disfunción eréctil, comúnmente conocida como impotencia sexual, es un problema que afecta a aproximadamente al 20% de la población masculina; por lo regular la disfunción se considera únicamente una condición que afecta la vida sexual de los varones, y por cuestiones de vergüenza o falta de información, quienes la presentan no buscan un tratamiento médico. Sin embargo, puede tratarse de una señal de alarma de otros padecimientos de gravedad, como es el caso de enfermedades del corazón, por lo que se recomienda buscar atención médica especializada con la que se puedan detectar sus causas y establecer un tratamiento adecuado que permita una vida sexual plena y atender los padecimientos subyacentes que pudieran estar originándose.
Para que nuestros visitantes conozcan un poco más sobre el tema, dedicaremos esta publicación a ofrecer información básica sobre la disfunción, incluyendo algunas de las opciones de tratamiento indicadas por los especialistas.
Para comenzar, conviene definir que la disfunción eréctil es considerada como la incapacidad para sostener una erección para mantener una relación sexual satisfactoria, y aunque por cuestiones de tabúes culturales pocos hombres se atreven a hablar de ella, es un problema muy común en los varones, y pueden llegar a presentarlo en algún momento de sus vidas, ya sea por factores como el estrés, los efectos del alcohol o el cansancio, o bien, porque padecen alguna enfermedad de gravedad.
Si bien es cierto que los hombres de cualquier edad en algún momento podrían tener dificultades para mantener una erección de calidad, es a partir de los 40 años cuando se comienzan a presentar mayores complicaciones, y el porcentaje poblacional que lo manifiesta incrementa con la edad, aunque el envejecimiento no es el único factor que incrementa las probabilidades de presentar disfunción, también la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo suelen asociarse con estos problemas de erección.
La disfunción puede ocasionarse por diferentes razones, y en general las causas que la originan se clasifican en orgánicas y en psicológicas, aunque es bastante común que los factores orgánicos y psicológicos guarden una relación entre sí debido a las implicaciones psicológicas que los problemas en el desempeño sexual pueden llegar a tener. Es la impotencia orgánica la más frecuente, y esta se produce a raíz de trastornos en los mecanismos que producen una erección, o bien, por problemas de salud en el pene, y estos pueden ser vasculares, neurológicos, hormonales o endocrinos y los ocasionados por el consumo de determinados medicamentos.
La disfunción vascular, por su lado, es ocasionada cuando llega muy poca sangre arterial al pene y porque esta no se retiene correctamente, generando un descenso de la erección. Con este tipo de disfunción se asocian factores como la diabetes y la hipertensión, el tabaquismo, los altos niveles de colesterol y las enfermedades cardiovasculares. La disfunción neurológica es producida por problemas de transmisión de los impulsos eléctricos del cerebro a la médula espinal y al pene a través de los nervios y se manifiesta por problemas para iniciar la erección. Quienes padecen diabetes, enfermedades en la médula espinal y quienes se han sometido a cirugías en la vejiga, próstata y recto, tienen mayores probabilidades de presentarla.
Por otra parte, la disfunción ocasionada por factores hormonales o endocrinos ocasiona problemas de apetito sexual debido a una menor producción de testosterona. En el caso de la disfunción por medicamentos, los empleados para tratar enfermedades como la hipertensión y trastornos psicológicos como depresión pueden ocasionar alteraciones en el sistema nervioso, ocasionando dificultades para iniciar y mantener una erección. Finalmente, la disfunción psicológica tiene que ver con alteraciones en los impulsos del sistema nervioso central, y aunque quienes la padecen usualmente pueden mantener una erección normal, es posible que presenten dificultades para iniciarla o mantenerla por estrés, problemas de depresión o simplemente por miedo a fallar y tener un mal desempeño sexual, por lo que requieren de un tratamiento especializado.
Para el diagnóstico y tratamiento de la disfunción eréctil se recomienda acudir con un urólogo quien, a partir de una serie de exámenes y pruebas logre identificar las causas que originan el problema y con ello determine la vía más conveniente para tratarlas. Además de reunir información para la historia clínica el especialista realiza una exploración física y un análisis de sangre, esto en especial para determinar los niveles de hormonas en la sangre pues como ya mencionamos, la baja producción de testosterona puede ser un causante. También se pueden solicitar pruebas de imagen como una ecografía y un doppler para valorar el estado de las arterias y su funcionamiento y así determinar si se trata de un problema asociado con factores orgánicos o psicológicos.
Tal y como ocurre con cualquier otro padecimiento, para tratar los problemas de disfunción se recurre a técnicas especializadas según las causas identificadas como desencadenantes, es por esta razón que resulta fundamental consultar a un especialista que diseñe un tratamiento personalizado. Cuando se trata de una disfunción de origen psicológico, el tratamiento en pareja y asesoría psicológica son recomendados, así como atender trastornos subyacentes como la depresión o ansiedad, para los que se podría requerir la intervención de un psiquiatra. Cuando el problema se debe a causas orgánicas o de tipo hormonales, se busca atender el déficit de testosterona, y cuando es por problemas arteriales se podría recomendar una cirugía de revascularización del pene, así como el tratamiento de factores como la diabetes, hipertensión y el colesterol elevado, que además de ocasionar problemas para mantener una erección, pueden complicarse y derivar en enfermedades graves como arteriosclerosis o un infarto de miocardio.
Estas son sólo algunas generalidades sobre la disfunción eréctil. Si desean conocer más sobre el tema o requieren de asesoría especializada, los invitamos a visitar futuras publicaciones en nuestro blog, donde hablaremos a mayor profundidad sobre este y otros padecimientos que afectan la calidad de la vida sexual de los varones, y a ponerse en contacto con nosotros en la Unidad de Urología llevada por el Dr. Luis Herrera, cirujano urólogo especializado en el tratamiento de problemas de disfunción y otros padecimientos que afectan la salud del varón. Para agendar una cita, no duden en ponerse en contacto con nosotros, con gusto los atenderemos.
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