Hiperplasia benigna de próstata ¿debe operarse? Parte I

La hiperplasia benigna de próstata es muy frecuente entre los hombres mayores de 40 años y pueden afectar la calidad de vida de manera significativa. Existen muchos síntomas para este tratamiento que reducen los síntomas y previenen las complicaciones; en algunos casos es necesario una cirugía a lo largo de su evolución. El objetivo principal de su tratamiento, tanto médico como quirúrgico, es mejorar la calidad de vida, reducir los síntomas y evitar complicaciones, como el cáncer.

La próstata es una pequeña glándula del tamaño de una nuez que se encuentra en el extremo inferior de la vejiga, alrededor de la uretra, que es el conductor de salida de la orina. En la hiperplasia benigna se produce un crecimiento de la glándula prostática que le provoca una obstrucción en el flujo de salida de orina.

De esta condición se derivan otros síntomas graves y algunas enfermedades urológicas, como la presencia de un chorro urinario débil, la necesidad del uso de una prensa abdominal para vaciar la vejiga, una sensación de vaciado incompleto de la vejiga, la sensación de urgencia miccional y la necesidad de micciones frecuentes, así como de levantarse por la noche para orinar.

A consecuencia de la dificultad para la salida de orina, una cierta cantidad puede quedar retenida en el interior de la vejiga al final de la micción, este problema se conoce como residuo postmiccional y conlleva a otras complicaciones, como la retención aguda de la orina, las infecciones urinarias de repetición, la formación de cálculos en la vejiga y la afectación de los riñones en forma de insuficiencia renal.

Para conocer más sobre esta enfermedad o en caso de presentar un acudan con los especialistas en urología a una revisión integral para evitar alguna complicación, los mejores los encontrarán en la Unidad de Urología. Pueden comunicarse con nosotros vía telefónica o por correo electrónico.