Aquí en México, la circuncisión es una cirugía que se realiza en los hombres, desde que nacen. En adultos es un poco menos frecuente pero aún es demandada. Sin embargo, existen muchos mitos respecto a ella y queremos que estés informado sobre los que son verdad y los que están totalmente incorrectos.
La circuncisión, realizada sin cuidado y conocimientos expertos, puede llegar a causar infecciones, hemorragias, incluso la muerte. Por eso, es siempre recomendable que el paciente o sus padres, elijan al mejor cirujano. En nuestra Unidad Urológica lo puedes encontrar. Pero mientras tanto, queremos informarte de un par de datos que quizá no hayas considerado, o que quizá hayas encontrado entre los mitos. Veamos de qué tratan:
Mito: Cuando se circuncida a los bebés, éstos no sienten
Este procedimiento remueve quirúrgicamente parte del pene del bebé. Así que sí, como cualquier otra cirugía, causa dolor, durante y después de la cirugía, incluso si se aplica anestesia. Complicaciones graves se pueden presentar. Pero como dijimos previamente, una manera de reducir estas complicaciones y el posible dolor, es eligiendo al mejor doctor. Además, por fortuna, esta molestia no suele quedarse en la mente o memoria de los bebés, pues aún no desarrollan por completo su consciencia.
Mito: Este procedimiento quirúrgico es sólo un pequeño recorte
De hecho, es una extirpación quirúrgica del prepucio, que implica inmovilizar al bebé, colocándolo boca arriba sobre una mesa quirúrgica. En un método común, el médico inserta entonces un instrumento de metal bajo el prepucio para separarlo forzosamente del glande, corta el prepucio e inserta un dispositivo de circuncisión. El prepucio es triturado y luego cortado. La cantidad de piel eliminada en uno de estos procedimientos infantiles típicos es el equivalente a 15 pulgadas cuadradas en un hombre adulto.
Mito: La circuncisión rutinaria de los bebés no puede compararse con la mutilación genital femenina.
Tanto una como otra son dolorosas. La diferencia entre una y otra es que, la mutilación genital femenina, reduce o elimina el placer sexual, mientras que en esta cirugía masculina, no sucede esto. Además, las razones de higiene existen en la operación masculina, y son prácticamente nulas en la femenina.
Mito: Este procedimiento quirúrgico es estrictamente derivación de exigencias religiosas
No es verdad. Por un lado, claro, es requisito en algunas religiones, como la judía, islámica y cristiana, habiendo sido instituido por Abraham, de acuerdo a las referencia históricas, pero por otro, en realidad se realiza a los bebés que aún no profesan religión, o bajo el mandato de sus padres que no necesariamente optan por una fe, puesto que permite que el hombre crezca con beneficios en la salud, que de otra manera son menos.
Mito: No existen beneficios en la salud como tal
Aunque hay dos posturas (una a favor y otra en contra) y ninguna comprobación científica, hay millones de casos, por supuesto, en que para en los bebés como en los adultos, esta cirugía ayuda a prevenir y solucionar enfermedades o padecimientos del pene como la parafimosis, fimosis, infecciones, eyaculación precoz, insensibilidad y hasta autoestima baja.
Mito: La circuncisión masculina ayuda a prevenir el VIH
Por supuesto que no. El SIDA y/o VIH, así como cualquier otra enfermedad de transmisión sexual, sólo se puede prevenir por medio de la abstinencia o condones. E incluso así, hay riesgo de contraer el virus, a través de inyecciones o contacto directo (hacia heridas abiertas) con fluidos infectados.
Mito: La cirugía duele menos cuando se realiza de pequeño, a cuando se realiza de adulto
Como hemos dicho previamente, los bebés suelen olvidar este procedimiento, aunque no son inmunes al dolor. Por ello es muy comúnmente realizado a edad temprana. Cuando se es adulto el dolor también aparece pero depende mucho del umbral de dolor que se tenga. Por lo regular se pide descanso de un par de días y un mes al menos para iniciar actividades sexuales nuevamente. Es posible que haya hinchazón y que los puntos también causen molestias, pero fuera del tiempo de cuidado, no hay razón para que continúe el dolor (si continúa es síntoma de algo más, acudir al especialista es lo mejor).
Mito: No vale la pena atormentar a un pequeño
Si bien es cierto que no hay manera de saber si el bebé sufrirá alguna de las enfermedades o padecimientos que pueden presentarse en la edad adulta, la prevención es siempre la mejor herramienta para mantenerse saludable. Como cualquier otra cirugía, ésta tiene sus posibles riesgos, y también sus beneficios. Para los adultos, suele conllevar a beneficios sexuales, estéticos e higiénicos, no sólo para el hombre sino también para la mujer.
Esperamos te haya agradado nuestro artículo. Para mayor información puedes continuar leyendo nuestros demás textos. Los actualizamos con frecuencia, siempre para que tengas la información más pertinente, detallada y actual. Si tienes dudas de temas relacionados, o estás interesado en el procedimiento para ti o tu bebé, acércate a nosotros. En nuestra Unidad Urológica puedes encontrar al especialista que mejor realizará esta operación.
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