Hasta hace algunos años se creía que el urólogo era lo que el ginecólogo para las mujeres, es decir, un especialista que sólo trataba los trastornos del género masculino; sin embargo la urología es una especialidad que trata el sistema genito-urinario de hombres y mujeres, por lo que es el médico indicado para el tratamiento de enfermedades de los riñones, vejiga, tracto urinario y del sistema reproductor masculino, por lo que hombres y mujeres pueden requerir de sus servicios, desde la infancia hasta la tercera edad.

Esta especialidad es una de las más amplias en el campo de la medicina, ya que se brinda tratamiento para el cáncer de vejiga, de riñón y próstata, así como de enfermedades como la cistitis, prolapsos, los diferentes tipos de incontinencia, cálculos renales, enuresis infantil, así como las anormalidades congénitas en los niños; pero el urólogo también es el especialista indicado para el tratamiento de la disfunción eréctil en los hombres.

En el caso de la urología femenina, la pérdida involuntaria de orina o incontinencia urinaria es una de las consultas más frecuentes, que afecta a alrededor del 30% de mujeres de la edad adulta, dañando su vida laboral, social y sexual, especialmente por la vergüenza que las mujeres experimentan. Esta pérdida de orina puede darse por vía uretral o extra uretral, es decir por las fístulas vesico-vaginales o uretra-vaginales.

La cistitis es otro de los padecimientos tratados con frecuencia en la consulta del urólogo con mujeres, este padecimiento es una infección en las vías urinarias ocasionadas por la invasión de microorganismos; si bien pueden padecerla los hombres también, es frecuente en las mujeres por las bacterias del flujo sanguíneo, pero también pueden causarla los virus, hongos o parásitos. La causa más frecuente de cistitis es la batería Echerichia coli que vive en el intestino y es transportada a las vías urinarias por una higiene inadecuada.

Muchas mujeres con padecimientos renales acuden con su médico general o con el ginecólogo, pensando que este último es el especialista adecuado por tratarse del sistema reproductor femenino, sin embargo el ginecólogo no es el indicado para el tratamiento del tracto urinario como lo es el urólogo. Sin embargo, los casos de dolor pélvico e infección urinaria pueden tratarse con el trabajo en equipo del especialista en ginecología y del especialista en urología o el cáncer con un oncólogo.

Ante las condiciones de salud donde el sistema genitourinario se encuentra enfermo, es necesario visitar a un urólogo, especialmente para que los problemas urológicos menores no se conviertan en grandes complicaciones por no recibir el tratamiento adecuado, que realmente llegue a la raíz del problema.

Cabe destacar que, si bien los padecimientos urológicos afectan tanto a hombres como a mujeres, ellas pueden experimentarlos de forma diferente, incluso las infecciones del tracto urinario y la incontinencia son padecimientos más comunes en las mujeres; esto se debe principalmente a que el tracto urinario se encuentra más cercano al área genital, en comparación con los hombres. Además, las relaciones sexuales, el embarazo y el parto juegan un papel importante en los padecimientos urológicos femeninos.

Los riñones, uréteres, vejiga y uretra componen al tracto urinario, cuya función es drenar la orina del organismo, manteniendo el equilibrio de agua y minerales. Las infecciones en el tracto urinario (ITU) suelen ser por causas bacterianas que provocan micciones dolorosas o frecuentes, sangre en la orina, dolor pélvico y sensación de nauseas; las mujeres tienen diez veces más probabilidades de tener una ITU que los hombres y una de cada cinco desarrolla una ITU al menos una vez en su vida.

Cuando las ITU se repiten constantemente, es decir cuatro o más infecciones por año, se requiere de una evaluación urológica completa para identificar las verdaderas causas y prevenir complicaciones a futuro.

En cuanto a la incontinencia urinaria (IU) o pérdida de control de la vejiga que provoca fugas de orina, el padecimiento es el doble de frecuente en mujeres que en hombres debido a la estructura del tracto urinario femenino y su relación con el piso pélvico, especialmente después del parto, embarazos y la menopausia. Existen dos tipos de IU, la de urgencia y la de esfuerzo; la primera se puede tratar con medicamentos, mientras que la segunda requiere una intervención quirúrgica.

Otro padecimiento urológico no tan común en las mujeres, es la fístula urinaria o conexión anormal entre el intestino, el riñón, la vejiga, uretra, colon y vagina; es decir, las heces y la orina se escapan de forma anormal por la vagina a causa de cirugías previas como una histerectomía abdominal.

El prolapso de órganos pélvicos es otra causa de consulta urológica, este ocurre cuando las estructuras de apoyo del piso pélvico femenino como los músculos, piel y ligamentos que rodean a la vagina, se debilitan y provocan la caída de la vejiga de su posición normal; esta situación es frecuente en las mujeres mayores, que han tenido hijos por parto vaginal debido a la presión en el interior del abdomen.

La urología es una especialidad médica que ofrece una gran variedad de opciones de tratamiento, así como el trabajo en equipo con otros especialistas, como el ginecólogo o el oncólogo; ya seas hombre o mujer, si sufres de enfermedades o dolor en las vías urinarias no dudes en buscar un urólogo de confianza para recibir un tratamiento personalizado, oportuno y eficaz para que recuperes tu salud.

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