Para muchos hombres, un examen físico así como algunas preguntas relacionadas con el historial médico bastan para que los médicos diagnostiquen el problema de la disfunción eréctil y recomienden un tratamiento. Si se padecen dificultades de salud crónicas o el médico sospecha que la disfunción podría estar involucrada con alguna afección subyacente, es posible que se necesiten más exámenes o la consulta de otros especialistas. Las pruebas para las condiciones subyacentes pueden incluir:

  • Examen físico. Este puede incluir un examen cuidadoso del pene y los testículos así como una revisión de los nervios de estos.
  • Análisis de sangre. Se puede enviar una muestra de sangre a un laboratorio para verificar si hay signos de alguna enfermedad cardíaca, diabetes, niveles bajos de testosterona entre otras condiciones de salud.
  • Pruebas de orina. Al igual que los análisis de sangre, los análisis de orina se utilizan para detectar signos de diabetes u otras afecciones de salud subyacentes.
  • Esta prueba implica el uso de un dispositivo similar a una varita (transductor) sostenido sobre los vasos sanguíneos que suministran al pene. Así se crea una imagen de video para que el médico pueda ver si existen problemas de flujo sanguíneo. Dicho examen a veces se realiza en combinación con una inyección de medicamentos en el pene para estimular el flujo sanguíneo y producir una erección.
  • Examen psicológico. En este el médico realiza algunas preguntas para detectar signos de depresión entre otras posibles causas psicológicas de la disfunción.

Con respecto al tratamiento, lo primero que hará el médico es asegurarse de que los pacientes estén recibiendo el tratamiento adecuado para cualquier problema de salud que pueda estar causando o empeorando la disfunción. Dependiendo de la causa y la gravedad de la disfunción y de cualquier condición de salud subyacente, es posible que se recomienden varias opciones de tratamiento. El médico debe explicar los riesgos y beneficios de cada tratamiento y considerar las preferencias de los pacientes y sus parejas. Los medicamentos orales son un tratamiento exitoso para la disfunción en muchos hombres. Entre estos se incluyen: sildenafil (viagra); tadalafil (adcirca, cialis); vardenafil (levitra, staxyn); y avanafil (stendra). Estos cuatro medicamentos mejoran los efectos del óxido nítrico, un químico natural que produce el cuerpo y que relaja los músculos del pene. Con ello se aumenta el flujo de sangre lo que permite obtener una erección en respuesta a la estimulación sexual. Los medicamentos varían en cuanto a la dosis y el tiempo de trabajo, asimismo, incluyen algunos efectos secundarios. Entre dichos efectos destacan el enrojecimiento, congestión nasal, dolor de cabeza, cambios visuales, dolor de espalda y malestar estomacal. Antes de tomar cualquier medicamento es menester obtener la aprobación del médico, además, no todos funcionan en todos los hombres y pueden ser menos efectivos en ciertas afecciones, por ejemplo, después de una cirugía de próstata o si se padece de diabetes.

Otros remedios químicos para la disfunción eréctil son:

1) Autoinyección de Alprostadil. En este método, se usa una aguja fina para inyectar alprostadil en la base o el costado del pene. En algunos casos, los medicamentos generalmente utilizados para otras afecciones se usan para inyecciones peneanas por sí solos o en combinación. Cada inyección se dosifica para crear una erección que no dure más de una hora. Debido a que la aguja utilizada es muy fina, el dolor del sitio de inyección suele ser menor.

2) Supositorio uretral de alprostadil. Este tratamiento consiste en colocar un pequeño supositorio de alprostadil dentro del pene. En este se utiliza un aplicador especial para insertar el supositorio en la uretra. La erección generalmente comienza a los 10 minutos y, cuando es efectiva, dura entre 30 y 60 minutos. Los efectos secundarios pueden incluir dolor, hemorragia leve en la uretra y formación de tejido fibroso dentro del pene.

3) Reemplazo de testosterona. Algunos hombres padecen disfunción asociada a los niveles bajos de testosterona. En este caso, la terapia de reemplazo podría recomendarse como el primer paso o administrarse en combinación con otras terapias.

Ahora bien, si los medicamentos no son efectivos o apropiados, el médico podría recomendar tratamientos diferentes, entre los que destacan:

  • Bombas o dispositivo de erección al vacío. Consiste en un tubo hueco con bomba que opera de forma manual o con batería. El tubo es colocado sobre el pene, y posteriormente la bomba aspira el aire dentro del tubo. Con ello se crea un vacío que propicia el flujo de sangre. Una vez obtenida la erección, se desliza un anillo de tensión alrededor de la base del pene para mantenerlo firme. Generalmente la erección dura lo suficiente como para tener relaciones sexuales. En este caso, la contusión del miembro es un posible efecto secundario y la banda restringe la eyaculación, sin embargo representa una excelente opción para muchos que padecen de disfunción.
  • Este tratamiento implica la colocación quirúrgica de ciertos dispositivos en ambos lados del pene. Dichos implantes consisten en varillas inflables o maleables (flexibles). Con respecto a los dispositivos inflables, estos permiten controlar cuándo y durante cuánto tiempo se tendrá una erección. Por otro lado, las varillas maleables mantienen el pene firme aunque con cierto grado de flexibilidad. Generalmente los implantes no se recomiendan hasta que se hayan probado primero otros métodos, asimismo, tienen un alto grado de satisfacción entre los hombres que han intentado y fracasado con terapias más conservadoras.
  • Estudios recientes han encontrado que los ejercicios, especialmente las actividades aeróbicas, pueden solucionar la disfunción eréctil. Sin embargo, los beneficios pueden ser menores en algunos hombres, incluidos aquellos con una enfermedad cardíaca establecida u otras afecciones médicas relevantes. Incluso el ejercicio regular menos extenuante puede reducir el riesgo de disfunción eréctil.

Para encontrar el método más eficiente y pertinente a su caso, discutan con un médico especializado en atender los problemas de disfunción como el personal que opera en UDU (Unidad de Urología). Con nosotros encontrarán servicios de alta calidad así como profesionales capaces de atender a cualquier hombre deseoso de poner solución a su disfunción eréctil. Esperamos les haya gustado esta publicación, no olviden contactarnos para conocer más de cerca los tratamientos que ofrecemos. ¡Gracias por su visita!

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