Uno de los temas de salud masculina más polémicos es la circuncisión, especialmente cuando se trata de pequeños recién nacidos en los que se realiza dicha cirugía por cuestiones religiosas; sin embargo este procedimiento también se realiza en hombres adolescentes y adultos, en quienes se conoce también como cirugía de fimosis, en la que se elimina o modifica el frenillo y el prepucio del pene.

En algunas ocasiones se realiza este procedimiento a causa de fimosis o de balanitis (inflamación de la piel del prepucio), incluso en algunos casos de tumores en el pene, sin embargo también se recomienda para evitar las enfermedades de transmisión sexual, el cáncer de pene, el virus de inmunodeficiencia humana o VIH, y otras enfermedades de la piel.

En los casos graves de fimosis, la cirugía es el único tratamiento que permite la prevención a futuro, sin complicaciones durante las relaciones sexuales; fimosis es la incapacidad para retraer el prepucio durante la erección y es muy común en los hombres no circuncidados. Es una condición muy dolorosa que puede interferir con la satisfacción sexual masculina, y en algunos casos puede producir impotencia a causa de la ansiedad y el dolor asociado, lo que puede provocar que no se pueda conseguir una erección o mantener una relación sexual satisfactoria.

Para este procedimiento se pueden realizar dos tipos de incisiones, una es la denominada dorsal, en la que se hace la incisión en el prepucio para llevarlo hacia atrás y cortarlo; la otra incisión es la cubierta donde se hacen varios cortes por la base del prepucio y por el interior. En ambos procedimientos el orificio de salida del semen y orina, así como el glande, quedarán expuestos. En términos médicos, la cirugía de fimosis consiste en la extirpación quirúrgica del anillo fimótico, que es un aro estrecho de piel en el prepucio; se utilizan puntos de sutura biodegradables que se absorben por el cuerpo para que no sea indispensable acudir al retiro de puntos del pene, aunque es recomendable regresar a consulta después de la primera semana para que el médico se asegure de que la cicatriz sana adecuadamente.

Tras la circuncisión se recomienda tomarse los medicamentos tal como los haya mandado el especialista, especialmente los antibióticos, pues estos combatirán las posibles infecciones a las que el pene recién circuncidado está expuesto; además de fármacos orales, se puede utilizar cremas especiales para hidratar la piel y evitar las infecciones. Esta cirugía se recomienda para los casos crónicos de fimosis o balanitis, dificultad para orinar a causa del prepucio inflamado, infecciones en el tracto urinario a causa de la acumulación de orina, entre otras. Una buena higiene puede hacer que el procedimiento sea innecesario, sin embargo en algunos casos como en la fimosis puede ser la única alternativa.

 Antes del procedimiento se recomienda consultar con un buen urólogo para que resuelva cualquier pregunta que se tenga y para que sea quien determine la necesidad o no de realizarse una circuncisión; es importante indicar si se consume medicamentos como el ácido acetilsalicílico (aspirina), pues este favorece las hemorragias. También debes realizarte pruebas preoperatorias como análisis de sangre, pruebas de coagulación, entre otras, que determinen el buen estado de salud del paciente.

Un día antes de la cirugía y previo a acudir al procedimiento, es importante lavarse concienzudamente el área de los genitales y pubis, así como acudir con ropa cómoda y floja, pero de preferencia hay que llevar ropa interior ceñida para que el pene permanezca inmóvil después del procedimiento. Usualmente no se puede comer ni beber nada durante seis horas previas a la cirugía, por lo que se recomienda programarla temprano, a la mañana. A los adultos se les recomienda acudir acompañados para que alguien conduzca después de la cirugía, que es de corta duración y muy segura.

Generalmente se utiliza un anestésico local, que se inyecta en el pene y ayuda a evitar que se sienta dolor durante y después de la cirugía, aunque a los hombres que se encuentren muy nerviosos se les puede aplicar una epidural para eliminar las sensaciones de la cintura para abajo o anestesia general para mantenerlo inconsciente durante el procedimiento.

El postoperatorio de la circuncisión es corto, el paciente puede volver a casa el mismo día, con su receta de analgésicos y antibióticos, aunque se recomienda tomarse unos días de descanso pues el pene estará hinchado y enrojecido o azulado por algunos días; la micción no será un problema pues la uretra o tejido que rodea la abertura por donde sale la orina, no será afectada, pero es necesario esperar algunas semanas antes de masturbarse o tener relaciones sexuales, con el fin de mantener su proceso de curación y evitar las infecciones.

Se puede utilizar cremas o vaselina para hidratar la zona y que la ropa no se pegue a las incisiones, así como el uso de ropa amplia para que no roce el pene; durante los tres primeros días posteriores a la cirugía se recomienda cambiar el vendaje cada vez que orines, así como bañarte diariamente con agua tibia, sin aplicar jabón a la zona y evitando que le caiga del resto del cuerpo, sécate con una gasa tras el baño. Los puntos de sutura se disolverán y caerán solos entre siete y catorce días después de la cirugía, pero se recomienda esperar más tiempo para retomar la actividad sexual, pues los puntos de sutura podrían saltar y prolongar las molestias y el tiempo de abstinencia; del mismo modo se debe evitar nadar o practicar deporte durante el mismo periodo.

Sin la capa envolvente del prepucio será más fácil la higiene gracias a que se acumularán menos células muertas y sebo que crean olores desagradables y aumentan el riesgo de infección, además los hombres circuncidados son menos propensos a enfermedades de transmisión sexual y cáncer de pene, además su vida sexual no se verá afectada. En Unidad Urológica contamos con urólogos expertos en  la cirugía de circuncisión, llámanos y programa tu cita.

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